El Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) dependiente de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) elaboró un informe que explica el impacto de la desactualización de los topes de las escalas salariales que fijan el cobro de las asignaciones familiares y cómo esto afecta a los docentes universitarios.
Las asignaciones familiares son un beneficio que el trabajador percibe “por hijo, por hijo con discapacidad, por licencia maternal, por nacimiento, adopción, matrimonio, prenatal, ayuda escolar, ayuda escolar por hijo con discapacidad.” Los beneficiarios de las asignaciones familiares “cobran un monto determinado según su nivel de ingresos y el lugar de residencia”; representando la asignación por hijo alrededor del “80% del monto total de las asignaciones familiares contributivas del sector activo”, según CIFRA.
Además, el informe de CIFRA explica que “la asignación por hijo es remunerada de acuerdo al nivel salarial con un tope máximo de ingresos por encima del cual se pierde el derecho de percibir tal beneficio (actualmente es de $ 5.200). Estos topes deben ser ajustados por la ANSES regularmente, de forma tal que acompañe la evolución de los salarios, pero en los hechos esto no ocurre de tal modo.”
Evolución del tope de las asignaciones familiares
Desde el año 2007 no se actualizaron los topes de las escalas de acuerdo al aumento de los salarios, por lo tanto “durante 2008 y 2010, y dado el muy pequeño incremento de 2011 (se ajustaron sólo en un 8,3%), estos topes salariales quedaron muy por debajo, no sólo del valor real de 2007, que fue el nivel máximo, sino incluso respecto del año 2001.”
Si bien en los últimos años se incrementó la cantidad de personas que entraron al mercado laboral, la desactualización de los topes afecta directamente a los trabajadores y los deja sin la posibilidad de cobrar asignaciones familiares. Según el informe de CIFRA: “entre 2005 y el tercer trimestre de 2011 (último dato disponible), la cantidad de asalariados aportantes al ANSES se incrementó un 36,0% pasando de 5,6 a 7,6 millones de personas, mientras que la cantidad de asignaciones por hijo al sector activo abonadas por la ANSES se redujo en un 25,5%, al pasar de 4,1 millones de casos en diciembre de 2005 a 3,0 millones en septiembre de 2011.”
Entonces, aunque entre diciembre de 2008 y septiembre de 2009 la cantidad de asalariados registrados se incrementó un 7,8%, “la cantidad de casos de asignaciones familiares por hijo otorgadas se redujo en un 17,6%” en el mismo período.
Al no actualizar la escala de los topes, la ANSES “se evitó pagar anualmente una suma estimada de $ 1.883 millones en concepto de asignaciones por hijo para el sector activo”.
Impuesto a las ganancias
El impuesto a las ganancias es un gravamen que se aplica a las personas físicas y a las sociedades, por las rentas obtenidas en un período fiscal de doce meses. Los docentes universitarios son agrupados bajo la llamada “4° categoría”, que involucra al trabajo personal como fuente de ingresos.
Para CIFRA el impuesto a las ganancias correspondiente a esta categoría es progresivo por dos motivos: “no afecta al conjunto de los trabajadores sino sólo a aquellos de más altos ingresos. Y la tasa del impuesto se eleva a medida que las remuneraciones son mayores, con lo que aquellos asalariados registrados de ingresos superiores contribuyen, en términos absolutos y proporcionales, más que los de menores salarios.”
El caso de los docentes universitarios
Por la desactualización de la escala de los topes, los docentes con dedicación exclusiva no cobran asignaciones familiares, lo mismo ocurre con una proporción de docentes con dedicación semiexclusiva. Este panorama se agudizó a partir de los últimos aumentos salariales conseguidos, debido a que se redujo la proporción de docentes universitarios que cobran este tipo de asignación.
Para cobrar asignaciones familiares, los docentes universitarios deben tener hijos menores de 18 años; en enero de 2012 -es decir, antes del aumento salarial que CONADU, junto otras gremiales docentes representativas del sector, firmó con el Ministerio de Educación de la Nación- el 84% de los docentes estaba en condiciones de hacerlo; luego del primer cobro del aumento salarial un 3% menos estaría en condiciones de cobrar la asignación, y en septiembre sólo el 80% podría, en caso de tener un hijo menor de edad, cobrar este beneficio.
Conclusiones del Informe de CIFRA
Por lo expuesto, para los economistas de CIFRA “es necesario determinar un mecanismo de actualización tanto de los importes abonados por las asignaciones familiares como de la escala de topes establecidos.”
La propuesta es que se implemente un claro y periódico criterio de actualización, siendo una posibilidad: a) “la implementación de una fórmula de movilidad de las asignaciones y las escalas a partir de la elaboración de un coeficiente que contemple la evolución de los salarios reales y los ingresos de la ANSES”; b) “que la negociación de los nuevos valores para las asignaciones familiares y las escalas se realice periódicamente en el ámbito del Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil. En este caso la negociación se llevaría a cabo entre los representantes de los trabajadores y los del Estado.”
“Una alternativa a considerar, en pos de avanzar en la universalización del sistema, es que el tope para ser beneficiario de las asignaciones familiares del régimen contributivo se vincule con el mínimo no imponible de la cuarta categoría del impuesto a las ganancias a través de un simple criterio: quien sea trabajador asalariado y no tribute ganancias tiene derecho a percibir la asignación por hijo del régimen contributivo.”, concluye el informe.