Compartimos la entrevista que nuestro Secretario General, Pablo Perazzi, brindó a Enfoque Sindical donde compartió su mirada frente al escenario político del 2023 y nuestra realidad como docentxs universitarixs.
¿En qué contexto y qué fue lo que te hizo participar del Centro de Estudiantes?
Año 1987, teníamos 4 años de democracia… la participación era algo que caía de maduro y además viniendo de una familia donde mi padre tuvo militancia sindical y un colegio que, independientemente de la cuestión confesional, era un colegio donde el plantel docente tenía trayectoria de militancia, algunos de mis profesores habían participado, no de las operaciones armadas, pero sí en algunas columnas del MTP, así que el mismo colegio impulsaba a sus alumnos. Estaba presente la parte política.
¿Qué nuclea la FEDUBA y en qué situación salarial están los trabajadores que representan?
Nosotros cerramos la paritaria hace un par de semanas. La cerramos en buenos términos, en proximidad de la paritaria nacional docente, que para nosotros es importante porque en los últimos años veníamos alejándonos del cierre paritario de los docentes y nos acercábamos a la de los estatales y nos dejaba en una situación un poco incómoda para el cierre y la firma, porque el cierre de la paritaria nacional docente era muchísimo más elevado como piso en relación a los estatales. Nosotros somos estatales, somos trabajadores de la universidad pública pero somos docentes. Así que en principio estamos contentos porque fue un cierre razonable, un 41% en cuatro cuotas con revisión en septiembre y la paritaria nacional docente fue de 43% en tres cuotas.
Después hay un tema con la precarización que en realidad es un problema de arrastre, yo diría desde la recuperación de la democracia que tiene que ver con el desguace de las dedicaciones exclusivas. Para que se comprenda, en la docencia universitaria, además de los escalafones, ayudante de segunda, ayudante de primera, jefe de trabajos prácticos, adjuntos, asociado, titular, vos tenés aparte de esas categorías, la dedicación, que son horas y que tienen un salario. Tenés dedicación simple, dedicación semi-exclusiva y dedicación exclusiva, la exclusiva por supuesto es la que más gana. Para tener una idea, más o menos el 70% de los trabajadores docentes universitarios de la Universidad de Buenos Aires tiene dedicación simple, con una dedicación simple arrancas con 17 mil pesos, 18 mil pesos. Solo el 30% más o menos, tienen dedicaciones exclusivas, es decir, que viven de eso. Con dedicación, podes elegir jubilarte como docente universitario con el 82% móvil, y si tenés dedicación exclusiva con tareas universitarias y tareas de investigación, entonces te podes jubilar con el régimen de los investigadores por ejemplo del Conicet que es de un 85% fijo, no es móvil, pero eso le corresponde a un 30% que son los que tienen dedicaciones exclusivas.
Ahora, ¿Por qué decimos que se precariza? Porque al incorporar masa de trabajadores docentes a plantel de la universidad pública se nos incorpora en general como ad honorem por el honor, por la honra, y es ridículo, aunque está muy incorporado en las profesiones liberales, como los abogados. Por ejemplo, Zaffaroni no vive de dar clases en la universidad pero sí le significa mucho para su trayectoria. En mi caso soy antropólogo, soy investigador del Conicet, vivo de esto, vivo por mi principal salario que proviene del Conicet, no de la universidad pública. No somos precarizados como los trabajadores de las aplicaciones (de delivery o transporte) pero cada vez más se está tendiendo a esto y es un problema.
¿Cómo fue el regreso a la presencialidad luego de la pandemia? ¿Con qué se encontraron en términos de infraestructura?
Están regresando algunas unidades académicas, otras van a regresar próximamente. Las condiciones de infraestructura y de ambiente de trabajo eran deficitarias previas a la pandemia, no es que de golpe volvemos a universidad y nos encontramos con una situación edilicia mala. Sí, es mala pero ya era mala previamente. Hay algunas señales alentadoras, por ejemplo, la facultad de Ciencias Exactas creo que a principios de este año inauguró un edificio extraordinario que es el Cero + Infinito, que es un edificio básicamente para desarrollar tareas de investigación, la facultad de Filosofía y Letras inauguró hace quince días, un edificio de nueve pisos en donde van a funcionar aulas, lugares de investigación, bibliotecas de institutos, hay un movimiento… los dos edificios fueron firmados durante los últimos mandatos de Cristina Fernández de Kirchner. Está claro que durante el macrismo no hubo financiamiento para estructura edilicia y durante los dos primeros años del gobierno de Alberto Fernández claramente los recursos fueron para atender la situación derivada de la pandemia básicamente. Entonces nosotros estamos retornando a las aulas en una situación pre pandemia, no hay muchos cambios en ese sentido. Hay sí, una mayor conciencia respecto a la higiene, también hay que ver qué pasa a medida que pasen los días.
Algo que también estamos haciendo en este sentido es pedir un bono por conectividad, que fue un bono que se quitó y estamos pidiendo que se reincorpore. La respuesta del ministerio es que no. Acá el problema no es tanto la Universidad de Buenos Aires que tiene un esquema de presencialidad casi completa pero sí en las universidades sobre todo las nuevas del conurbano donde la bimodalidad, presencial-virtual, se va a sostener porque la demanda por parte del estudiantado es altísima. El pibe que cursa en Varela pero trabaja en la Capital Federal si no tiene que ir a la universidad se ahorra mucho tiempo, de hecho creció la matrícula de manera significativa en todas las universidades. Pero en el caso de la Universidad de Buenos Aires yo no creo que haya una atención a este tipo de casos de alumnos que se anotaron en pandemia, que capaz que viven en Merlo y bueno…, esos pibes van a quedar afuera del sistema universitario, no hay ningún tipo de señal de que van a atender la demanda de esos pibes.
¿y cuál es tu opinión sobre la modalidad de cursada?
Yo creo que hay que ir a un esquema de bimodalidad, pero me parece que supone un desafío importantísimo para los docentes y para los sindicatos pero que tiene que estar si o si acompañado por una discusión general con toda la comunidad universitaria y con el Ministerio de Educación porque el problema de la virtualidad es que los docentes ponemos todos los recursos: tu computadora, tu internet, tu electricidad, es decir, todos los medios de producción los ponemos nosotros cuando normalmente los tiene que poner el empleador. Por eso lo del bono de conectividad sigue siendo importante, ponele el nombre que quieras, pero lo tenés que sostener.
De todos modos, creo que tenemos que ser lo suficientemente creativos en el caso de los sindicatos para establecer una discusión, un diálogo constructivo con el ministerio y con las autoridades de la UBA para que esta bimodalidad sea efectiva y venga acompañada de una partida presupuestaria extra porque si no es difícil acompañar esta medida.
Respecto al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional ¿Cómo analizás la situación y qué impacto puede tener en los trabajadores docentes?
Para mí la vuelta al esquema del Fondo Monetario Internacional es un hecho preocupante. Creo que nadie en su sano juicio puede pensar que la vuelta al FMI constituye un hecho auspicioso para el pueblo trabajador. No hay modo de que esto sea algo bueno. Después la discusión política habrá que saldarla en los lugares que corresponda. A mi juicio no es un hecho auspicioso. El impacto no va a ser nunca positivo, va a ser negativo. A nosotros en particular nos preocupa que en la letra no chica, digamos la letra general, se hable de que haya que poner atención en las jubilaciones especiales. Nosotros tenemos un régimen especial jubilatorio por la tarea que desarrollamos, porque la universidad aporta al estado nacional, a la soberanía tecnológica, a la soberanía científica, etcétera. Tendenciosamente algunos medios se oponen a este régimen que no es de privilegio entonces eso claramente nos preocupa. Nuestros afiliados están preocupados por esa situación y están preocupados también por la co-administración de la economía, que cada tres meses va a estar un equipo del fondo analizando la situación, no está bueno.
¿Qué rol cumplen los medios al informar las acciones del sindicalismo? ¿Los estigmatizan?
Pienso que no es un fenómeno exclusivamente argentino la estigmatización del movimiento obrero, creo que es algo a nivel general. Los medios de comunicación son empresas y es lógico que las empresas tengan intenciones (aunque yo no las comparta) de deslegitimar al movimiento obrero organizado, hacen todo para que eso suceda. No hay nada que me sorprenda, si me parece preocupante cuando se producen hechos de violencia por ejemplo hace unos días vandalizaron la estación del subte Rodolfo Walsh y no pasó nada y la escalada de esas violencias se están naturalizando, como lo del despacho de la vicepresidenta… pero bueno, sí nos preocupa.
Hay un resurgimiento de ciertos sectores negacionistas que adquieren una capacidad de daño muy fuerte, en este marco ¿Cómo viviste el día de la Memoria?
Lo vivimos organizados en las calles con el sindicato y la federación. Yo quiero rescatar algo que tal vez peque de optimista. Es algo que ocurre siempre que se celebra el día de la Memoria, y es que cada 24 de marzo hay cientos o miles de pibes y pibas que marchan por primera vez. Yo creo que eso es irreversible y eso es lo que más molesta, que se renueven todos los años. Eso no tiene retorno, de eso no se vuelve y eso es lo que sostiene viva la llama.
¿Cómo ves el escenario político hacia el 2023?
Como lo veo no sé, cómo quiero verlo sí. A ver… yo desdramatizaría el tema de las internas. Esto es peronismo y el peronismo es básicamente una lucha permanente, yo no veo nada distinto en eso. Quizás hay sobreactuaciones que a su vez son absorbidas por los medios de comunicación y se les sube el precio. Me parece que a ninguno de los actores del Frente de Todos, se les escapa que separados no llegamos. El tema es que unidos tampoco está muy claro que lleguemos. No lo digo porque perdimos una elección de medio término, pero si el peronismo unido no concibe saldar las demandas del pueblo trabajador ni de los sectores más vulnerados de la sociedad no ganamos. Es matemático, no hay modo. No me preocupan tanto las internas sino como las internan impactan en la gente, ese es el problema. Yo siempre creí que los sindicatos son ordenadores. Después está en aquellos que conducen los destinos de la nación y de la patria tomar o no tomar en cuenta este factor ordenador que son los sindicatos. Yo soy un orgulloso militante del sindicato. El tejido sindical argentino es fuertísimo y nos admiran en todas partes del mundo, lo que pasa es que somos organizaciones gremiales, no somos la conducción de la patria, entonces nuestra capacidad de incidencia está limitada, no somos la construcción de la nación, somos parte. Ahora cuando el movimiento obrero organizado decide hacerse presente en las calles lo nota todo el mundo, esa es la realidad.