El Gobierno Nacional mantiene secuestrada la paritaria universitaria para imponer una política de cepo salarial, arrastrando al salario universitario a mínimos históricos.
Como ya es costumbre, la Subsecretaría de Política Universitaria continúa aplicando un brutal ajuste sobre los sueldos de lxs docentes universitarixs, asignando unilateralmente recomposiciones salariales alineadas con la pauta establecida para la administración pública nacional: 1,3% en marzo y 1,3% en abril, muy por debajo del pico inflacionario de 3,7% en el último mes.
La tardía actualización de la garantía salarial que permanecía congelada desde octubre del año pasado, no basta para desandar el ajuste salarial y presupuestario de la universidad pública. El Gobierno de Milei insiste en no destinar recursos al salario docente, mientras orienta los fondos públicos hacia otras “prioridades”, como la venta de reservas para sostener la ilusión del tipo de cambio y la timba financiera.
Defender la universidad pública es también poner en evidencia una contradicción insostenible: no puede haber educación superior de calidad con salarios por debajo de la línea de pobreza.