En un nuevo aniversario de la Noche de los Bastones Largos, reivindicamos la lucha de una generación de universitarixs que se opuso al golpe de Estado de 1966 y se negó a ser parte de una universidad entreguista.
Recordamos a los 1378 compañerxs docentes que, expulsados por la violencia y la persecución, debieron abandonar nuestras aulas para exiliarse luego del hecho que pusiera fin a una etapa dorada para nuestra universidad.
Hoy, frente a un gobierno que desfinancia a las universidades y ataca a sus docentes, sostenemos más que nunca el ejemplo de quienes nos precedieron y seguimos luchando en defensa de una educación superior comprometida con el desarrollo nacional.