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“La gestión de Macri se ha caracterizado por sub-ejecutar el presupuesto vinculado al mejoramiento habitacional o a lo que se conoce como vivienda social.”

FEDUBA dialogó con Nicolás Rivas, docente e investigador de la Carrera de Trabajo Social, a propósito de la nueva edición de Sociales en debate: “La problemática habitacional en la ciudad de Buenos Aires”, que cuenta con artículos que abordan dicha problemática desde diversas matrices disciplinares: “Las necesidades habitacionales en la Ciudad de Buenos Aires: cuántos, quiénes, cómo y por qué” de Hilda Herzer y María Mercedes Di Virgilio; el artículo “La toma del Parque Indoamericano: entre la protesta y la disputa”, de Nicolás Rivas; y “El derecho a la vivienda en la ciudad de Buenos Aires y las políticas habitacionals” de Julia Rofé.

FEDUBA: Podría comentarnos, a grandes rasgos ¿Cuál es la situación habitacional de los sectores más desfavorecidos en la Ciudad de Buenos Aires?   

Nicolás Rivas: Según los datos publicados en el artículo “Las necesidades habitacionales en la Ciudad de Buenos Aires: cuántos, quiénes, cómo y por qué” de Hilda Herzer y María Mercedes Di Virgilio, (sociólogas, docentes e investigadoras del Área de Estudios Urbanos del Instituto Gino Germani), se estima que aproximadamente 400 mil personas estarían en situación de déficit habitacional en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires. Del total, se estima que alrededor de entre 150 mil y 200 mil personas estarían viviendo en lo que se conoce como villas de emergencia; la otra mitad correspondería a familias que estarían viviendo en complejos habitacionales que tienen fallas estructurales, con lo cual se ubicarían en la categoría de “necesidades básicas insatisfechas”. A esto habría que sumar alrededor de 15 mil personas que estarían viviendo en hoteles y pensiones e inquilinatos, y otro porcentaje similar que estarían viviendo en situaciones de inmensa precariedad, en asentamientos y condiciones muy precarias. En situación de calle habría aproximadamente 2 mil personas.

F: ¿Qué evaluación hace usted sobre las políticas habitacionales del Gobierno de la Ciudad?

N.R: Las gestiones de Ibarra y Telerman fueron más permeables a poder canalizar algún tipo de demanda y de respuesta en torno a esta problemática. Lo que no quiere decir que se haya traducido en políticas cualitativamente significativas. No obstante, existieron en esas dos gestiones canales de diálogo y, de hecho, en la gestión de Ibarra se sanciona lo que se conoce como la Ley 341 que habilitaba a que cooperativas, mutuales y asociaciones civiles puedieran adquirir terrenos para la compra, y presentar proyectos para realizar viviendas, que de hecho se hicieran. Con la gestión de Macri, por un lado, se cortó el ingreso, la posibilidad de postularse, y por otro lado, es muy escasa la ejecución presupuestaria para la operatoria de la Ley 341. La gestión de Macri se ha caracterizado por sub-ejecutar el presupuesto vinculado al mejoramiento habitacional o a lo que se conoce como vivienda social. En este sentido, es clara la determinación política por parte de esta gestión.

F: A un año y medio de la toma del Parque Indoamericano ¿cuál es su balance en relación al modo en que se resolvió (o se intentó resolver) el conflicto?

N.R: Hay dos o tres puntos importantes de resaltar; en primer lugar, es un conflicto de tal magnitud que el primer saldo que tiene es la muerte de tres personas y todavía hay un proceso judicial para identificar a los responsables. Por otro lado, hay un elemento interesante que tiene que ver con la necesidad de desactivar el conflicto para prevenir mayor represión y esto uno podría ponerlo en la balanza como algo positivo, permitió no avanzar con la situación de represión donde siempre los que son reprimidos son los que menos tienen. Pero, por otro lado, esa misma resolución no ha avanzado en el día de hoy con una respuesta afirmativa hacia las personas que estaban tomando el Parque Indoamericano. En su momento, el compromiso de la Nación y de la ciudad de Buenos Aires fue que de manera conjunta iban a a aportar dinero para diferentes alternativas, y hasta donde yo tengo entendido, esta gestión está paralizada en el Gobierno de la Ciudad que no ha respondido a la propuesta que le hace el gobierno nacional. Con lo cual, la toma del Parque Indoamericano ha tenido el valor de instalar una problemática que, de manera paradójica, ante el crecimiento económico, ante mayores niveles de empleo y menores niveles de pobreza ha tenido como efecto no deseado una sobrevalorización del suelo y, al mismo tiempo, un agotamiento de los sistemas de alquileres dentro de las villas, que ha llevado a la exclusión de las propias personas que ya no tienen lugar para vivir. Ya la villa no es para ellas un lugar posible porque no hay lugar, en algunos casos, o por el excesivo precio de los alquileres.
Creo que el valor del Indoamericano es ambivalente porque ha tenido represión, ha tenido muerte, no ha habido soluciones, pero al mismo tiempo ha contribuido a instalar una problemática, a poner al descubierto la no acción del Gobierno de la Ciudad ante esta problemática, y ha dejado en veremos la resolución. No es una problemática de resolución sencilla porque básicamente la vivienda, a diferencia de otros derechos negados, colisiona directamente con la discusión en torno a la propiedad privada  y la propiedad pública.

F: ¿De qué forma se involucra la Universidad en las problemáticas habitacionales?

N.R: En principio, hay un camino que tiene que ver con el estudio y el análisis de qué es lo que sucede con los más pobres en relación al acceso al suelo y al acceso a la vivienda. En este sentido, la Facultad de Ciencias Sociales tiene investigaciones y desarrollos como los que están en la publicación Sociales en debate: “La problemática habitacional en la ciudad de Buenos Aires” que permiten comprender la profundidad del problema. Por otro lado de manera más o menos institucional, según el caso, acompaña a asociaciones civiles, a organizaciones sociales en general, en procesos de producción social del hábitat; y al mismo tiempo, queda pendiente todavía una mayor articulación entre las políticas públicas estatales y los centros, institutos y cátedras donde se trabaja esta problemática.

Entrevista realizada por Alelí Jait para FEDUBA