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23 de abril: ¿Punto de inflexión?

El jueves 16 de mayo inauguramos en El Pulqui Bar el Ciclo de Encuentros de Debate Político que en esta ocasión tuvo como disparador la Marcha Nacional Universitaria del 23 de abril y su posibilidad como punto de inflexión.

La charla, de la que participaron María Pía López, Diego Conno, Julián Rebón y Pablo López Fiorito fue presentada por nuestra secretaria adjunta y secretaria adjunta de la CTA de Bs. As, Belén Sotelo, quien resaltó el valor de haber podido convocar a tantos compañerxs a este nuevo espacio destinado a la discusión política y social y el intercambio de miradas y pareceres sobre múltiples aspectos de la coyuntura nacional y el mundo de las ideas.

Diego Conno partió de la idea de inflexión en torno a la noción de ruptura para pensar qué efectos tuvo la Marcha Nacional Universitaria y cómo pudo haber despertado cierta conciencia colectiva frente a un gobierno que avasalla derechos y a las instituciones que se han construido mediante prácticas democráticas. Asimismo, resaltó que “espacios como la marcha generan la constitución de un nosotros que tenemos que seguir construyendo, al mismo tiempo que tenemos que valorar los efectos performativos que se generan en esos actos que son irreproducibles”. De este modo llamó a activar nuestra capacidad de movilizar y a insistir en la constitución de la universidad como sujeto político.

A su turno, Julián Rebón explicó que el impacto de esta gran protesta deberá ser analizado a largo plazo para evaluar el lugar que ocupa en la resistencia a este gobierno, tanto como en el actual conflicto universitario. Remarcó que aún en un contexto de desorientación política las acciones del gobierno obligaron a los distintos actores a posicionarse y motivaron a que el conjunto de las universidades se articulara para dar respuesta a los embates que se sucedieron. “Fue la movilización social más masiva de este ciclo y se demostró que la universidad es un ámbito estatal y público que es valorado transversalmente por su capacidad de ofrecer una promesa de mejora a las condiciones de vida”, afirmó.

Por su parte Pablo López Fiorito sostuvo que el gobierno de Milei es la emergencia de lo anticomunitario y por ello es necesario salir de nuestros entornos académicos para encontrar respuestas y generar marcos de relación para deliberar cuál es el sostén de la Universidad Pública. De este modo resaltó la necesidad de que la marcha del 23 exceda su condición de acontecimiento y llamó a imaginar “cuál será el grado de injusticia propiciado por este gobierno que logrará que se cambien las formas en el marco de la democracia. En este sentido, como docentes y graduados de la universidad pública tenemos la obligación de proyectar el ordenamiento social que imaginamos desde el lugar que ocupamos”.

María Pía López puso el acento en el surgimiento de un nuevo modo de capital que ubica a la crueldad en el centro de las cuestiones y que se configura en un neoliberalismo que desestima la producción de riquezas, y por ende el lugar de la universidad como generadora de dichas riquezas. Seguidamente, llamó a interrogarnos por las formas en que movilizamos nuestros deseos y cómo esta condición atraviesa la lógica universitaria. “Es inevitable pensar que solo podemos defender aquellas instituciones con las cuales nos vinculamos de un modo crítico y deseante” Para finalizar recurrió a la idea de la temporalidad para explicar que “cuando pensamos en términos de victorias y derrotas caemos en una profunda ambivalencia y se cancela así la heterogeneidad de la interpretación de los acontecimientos complejos como lo fue el ascenso de Milei”.

Al cierre nuestro secretario general, Pablo Perazzi, mencionó que la masividad de la marcha se dio en relación a un entendimiento colectivo sobre el rol de las universidades en la producción de sociedad, y que esa fue la razón por la cual se reaccionó en defensa propia. Partiendo de categorías descriptivas asemejó la movilización a una “pueblada”, circunstancia emparentada con la protesta social y anterior a su condición política. “Es necesario construir un nuevo nosotros que signifique pensar una nueva identidad universitaria que no sea monolítica, sino dinámica, cambiante”, acentuó.

Agradecemos la participación de lxs panelistas y a todxs lxs que estuvieron presentes en El Pulqui Bar para este encuentro que adoptó un formato de diálogo colectivo que nos impulsa a imaginar nuevos puntos de vista para abordar la actual coyuntura. Como sindicato de trabajadorxs docentes de la Universidad de Buenos Aires nos enorgullece haber facilitado un espacio para un debate tan enriquecedor.