A 10 años del primer Ni Una Menos, colmamos los alrededores del Congreso y nos unimos al reclamo de lxs jubiladxs de los miércoles. En este contexto de ajuste, odio y crueldad, sabemos que unir las luchas es esencial.
Las trabajadoras docentes universitarias, junto a lxs científicxs, trabajadorxs de la salud del Garrahan, el sector de discapacidad y otros espacios afectados por la motosierra de Milei, nos movilizamos una vez más para defender nuestros derechos y denunciar la precarización y el ajuste que enfrentamos.
Como expresó nuestra secretaria adjunta, Belén Sotelo: «La masividad de esta jornada muestra la voluntad de dar pelea y unificar las luchas que venimos sosteniendo desde numerosos sectores contra el ajuste de Milei. También evidencia la necesidad de que los legisladores escuchen la voz de la calle y respeten el mandato por el que fueron elegidos.»
A este gobierno, que no deja de atacar las conquistas de los feminismos, que estigmatiza la agenda de género y empuja a millones a la pobreza, lo enfrentamos organizadas y en las calles.