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Juan Martín Ramos Padilla en «Normativa Laboral, Dictadura y Resistencia; desde 1976 a nuestros días»

Con la presencia de Ramos Padilla (Gerente de emisoras de Radio Nacional), se analiza el rol de las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo y su denuncia de las atrocidades que se cometieron durante la dictadura cívico-militar.

La ruptura del “pacto de silencio” que atravesaba a nuestro país posibilitó que se llevarán adelante investigaciones y los juicios de lesa humanidad.

El periodista compartió algunos detalles de la vida de María Isabel «Chicha» Mariani, fundadora de las Abuelas de Plaza de Mayo y de Asociación Anahí.

Chicha era profesora de artes plásticas y no se vinculaba con la política pero su hijo Daniel era militante de la Juventud Peronista y de Montoneros.

“En ese momento Chicha prefería mantenerse ajena de la realidad, al punto que al enterarse del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 se alegró por la noticia y discute con su hijo. Con el correr de los días, comienza a advertir la desaparición de algunos de sus alumnos y a tomar consciencia de la situación ” relató.

El 24 de noviembre de 1976 más de 200 efectivos con armamento pesado y comandados por Etchecolatz, Camps y Suarez Mason le dispararon durante más de 5 horas a la casa del hijo de Chicha. Este accionar tuvo el claro objetivo de sembrar el terror en la población, instalar el silencio y el mensaje “no te metás”.

Daniel no estaba en el momento de la masacre pero se encontraban en la vivienda su esposa, Diana Teruggi, su hija, Clara Anahí , y 4 de sus compañeros. Diana muere protegiendo a su beba, que hasta el día de hoy permanece desaparecida. “En aquel momento se hablaba de un enfrentamiento, aunque claramente se trató de un ataque donde se les disparó a una beba de tres meses y a 5 personas que solo intentaban refugiarse” explicó.

En esa casa de la ciudad de La Plata se imprimía la publicación “Evita Montonera”, que denunciaba lo que estaba haciendo la dictadura bajo el lema “hable bajo, pero hable, no se calle”. Esa revista fue el verdadero motivo para armar aquel falso enfrentamiento que los diarios de la época titularon como “Cinco terroristas abatidos”.

A partir de ese momento, Chicha se dedicó a buscar a su nieta, mientras su hijo Daniel se vio obligado a esconderse, hasta que finalmente es asesinado en la calle de un disparo.

Junto a Alicia Zubasnabar de De la Cuadra, quien se había enterado que tenía una nieta nacida en cautiverio, deciden contactar a otras mujeres que estuviesen atravesando la misma situación.

Las primeras doce abuelas se reúnen en el año 1977, a conciencia de que su misión iba a ser muy complicada ya que en muchos casos lxs bebxs que estaban buscando habían nacido en centros clandestinos de detención. Cuando empiezan a dar con el paradero de esxs menores, que habían sido repartidos como objetos entre policías y militares, tuvieron que demostrar que esxs niñxs eran las personas que estaban buscando.

En un momento donde aún no existían las pruebas de ADN, las abuelas de Plaza de Mayo empezaron a recorrer los laboratorios para hallar una respuesta científica a este problema. Al visibilizarse el robo de bebés, se empieza a debilitar aquel argumento de la dictadura basado en “algo habrán hecho” y la situación de lxs niñxs desaparecidxs en la Argentina empieza a difundirse por el mundo. “Ramón Camps, jefe de la policía de la provincia, llegó a decir que les hacía un bien a estos chicos al sacarlos de una familia de subversivos. Este discurso se continuó sosteniendo por sectores vinculados a la prensa hegemónica y a la justicia, postdictadura” subrayó.

Con el regreso de la democracia, las abuelas son recibidas por el presidente Raúl Alfonsin pero tiempo después se sancionan las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, que impidieron que se avanzará en las investigaciones durante muchos años. “Estas normas lograron que los genocidas quedasen en libertad pero también impidieron que se investigara, con lo cual las abuelas perdían la herramienta del Estado para que las instituciones intervinieran en las búsquedas. La mayor cantidad de nietos y nietas recuperadas fue antes de la llegada de las leyes de impunidad, y cuando estas leyes fueron declaradas nulas, durante el gobierno de Néstor Kirchner” concluyó.

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