El martes 24 de octubre se desarrolló la charla abierta «Argentina ante los desafíos de la nueva era espacial» en el marco del Programa de Actualización en Innovación, Transferencia y Desarrollo (ITD) que impulsamos desde FEDUBA y la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
El encuentro estuvo a cargo de Juan Cruz González Allonca, miembro del directorio de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y Director del Centro Interdisciplinario de Estudios Espaciales (CIEE), quien ahondó en el rol de nuestro país en lo que se denomina una nueva era espacial y en la importancia de contar con una estructura satelital.
Aclarando que el espacio está congestionado y se trata de un área en disputa y altamente conflictiva, explicó que para la humanidad son útiles solo dos regiones: la órbita baja de la tierra y la órbita geoestacionaria que es donde se colocan los satélites.
En los inicios de la era espacial predominaban las grandes agencias, dependiente de organismos públicos, pero con los avances científicos y tecnológicos vinculados a las actividades espaciales y un nuevo contexto histórico hubo un cambio de paradigma en las formas de percibir a esta industria. “La posibilidad de reutilizar un cohete abarató muchos los costos y así dio acceso a nuevos actores” resumió.
Y agregó: “La posibilidad de acceder al espacio también abrió muchas oportunidades de negocios” lo cual implica nuevos desafíos, dentro del cual se encuentra la sostenibilidad en la órbita de la tierra que está congestionada de objeto, al igual que las frecuencias como un recurso natural que utilizan los satélites. Es por ello que se necesitan pensar marcos regulatorios que prevengan los conflictos.
Otro problema es que los objetos pueden reingresar a la atmosfera sin autodestruirse y llegar a la superficie de la tierra. Por ello es necesario impulsar lo que se denomina “Space Traffic Management” para evitar posibles colisiones, así como adoptar medidas de mitigación que obliguen a que una vez terminada la vida útil del satélite, este no esté más de cinco años en su órbita.
En el caso de nuestro país, se han logrado grandes avances en términos de industria espacial tales como construir un satélite microondas con un radar en banda L, un logró que solo había alcanzado Japón. También realizamos un satélite para la NASA que se lanzó en el 2011 y se llama Zack de Aquarius. Esto fue posible en tanto Argentina tiene un sector público muy robusto que funciona como tractor de muchos proyectos y cuenta con una agencia espacial como la CONAE, destinada a desarrollar el vehículo lanzador, además de un sector privado que está en crecimiento.
“Esto es posible gracias a una política de Estado, que luego se tradujo en el Plan Espacial Argentino que durante el gobierno de Néstor Kirchner se declaró estratégico para el país y de prioridad nacional mediante el decreto 532” afirmó.
Y agregó: “Argentina domina todas las etapas del desarrollo de un satélite. Lo único que nos falta es ponerlos en órbita desde suelo argentino y para eso estamos construyendo el Tronador 2 250 que va a ser el vehículo que nos va a permitir colocar cargas útiles de 500 kilos a 700 kilómetros de altura”.