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Clase Abierta Padoc. Las desigualdades educativas en la educación superior: lo que no termina de nacer y lo que no acaba de morir

El viernes 2 de octubre, en el marco del Programa de Actualización en Docencia Universitaria (PADOC) se brindó una clase abierta, dictada por uno de sus directores, el Dr. Pablo Molina Derteano. El mismo presentó algunos avances de investigaciones en curso sobre las desigualdades en el acceso a la educación superior. Estos avances no sólo forman parte de los proyectos de investigación de Molina Derteano, sino que también son debatidos con otrxs integrantes del PADOC, que además de ser un espacio de formación docente y gremial, es una instancia de intercambio y producción de conocimientos.

Uno de los primeros ejes es abordar las desigualdades en clave histórica, situada y de clase social. En este sentido, una de las coordenadas de análisis fue situar la condición de cursantes de la educación superior universitaria entre 19 años y más como hijxs de hogares en donde importa el máximo nivel educativo alcanzado por el/la principal sostén de hogar (PSH) y el ingreso familiar. En los análisis estadísticos se mostró que estos dos factores, junto con la localización geográfica del hogar influyen mucho en las posibilidades de cursar un ciclo universitario. A esto se le conoce como DEO, o desigualdad de origen, concepto utilizado por autores tales como John Goldthorpe, Richard Breen o Raymond Boudon.

Un análisis de este tipo implica que el desafío de la igualdad educativa consiste en considerar el hogar de donde vienen nuestrxs estudiantes y las desventajas en que se encuentran dependiendo de la capacidad económica o del volumen y forma del capital educativo. Aquellxs jóvenes provenientes de hogares donde su PSH no ha completado la escuela media o con ingresos por debajo de la media recortada son lxs que menos chances tienen de ingresar a cursar estudios superiores universitarios.

Estas chances diferenciales fueron comparadas con datos de Argentina en 2019 , usando la Encuesta Permanente de Hogares (EPH); Brasil en 2015 utilizando Pesquisa Nacional por Amostra de Domicilio (PNAD) y en Chile, la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) en 2017. En todos los casos, se trató de la última base de microdatos disponibles. En los tres países, las chances de acceder de quienes provienen de hogares con media incompleta son sensiblemente menores a las de lxs que provienen de hogares con PSH con universitario completo y más. Ahora bien, en la comparación se evidencia que estas diferencias según el hogar son más pronunciadas en Chile y Brasil que en Argentina.

El desafío de mejorar las chances de acceso es central, por cuanto involucra un proyecto de desarrollo nacional que permita la superación de las desigualdades de origen a partir de la movilidad educativa y el refuerzo del rol de las universidades y sus actores – principalmente sindicatos de docentes – en la garantía del derecho a la educación que supone el acceso, permanencia y egreso de la educación superior. Desafío que se torna más necesario en la medida que los países de la región han experimentado un descenso en la tasa de crecimiento del PBI per cápita como efecto de la crisis de las Subprime en 2009 y los diversos embates de gobiernos neoliberales y de otras formas de derecha que atacan la educación universitaria no arancelada, libre y de calidad.

Además, se presentaron otro tipo de análisis más cualitativos en donde se plantea una tipología de las formas de intercambio y apropiación de conocimiento que son identificadas por estudiantes de universidades argentinas y que muestran la influencia de la lógica mercantilizadora resultante de los embates de los 90. Estas formas son más sutiles, y aunque no haya arancelamiento, muestran una lógica mercantilista en donde los conocimientos deben traducirse en valorización en el mercado de trabajo. Existe una forma de apropiación más reflexiva pero ésta está situada en términos de clase y parece apoyarse en una posición de “seguridad”, en donde la inserción laboral se explicaría por otros factores vinculados a la herencia.

Frente a esto, la propuesta de Molina Derteano y que se debate en el PADOC, apunta a promover una forma de interacción entre estudiantes y docentes que puede definirse como “emancipadora”. Es clasista; no desconoce sino que incorpora la sociedad de clases como punto de análisis de su posición. En este sentido, es vital el rol de los sindicatos y de las asociaciones de estudiantes. Se apoya en pedagogías críticas, buscando evitar los modelos basados en el consumo y propone la reflexión desde los derechos y la solidaridad inter e intrageneracional. Es político, entendiendo el acto de enseñanza y aprendizaje como prácticas situadas en un contexto sociohistórico. Promueve la formación en línea con un proyecto de desarrollo nacional y regional para la Patria Latinoamericana. Y, finalmente, incorpora perspectiva de género y etnia.

Revisar y estudiar estas coordenadas es una propuesta que busca realzar las tareas vigentes de quienes nos comprometemos con la educación pública, y que no deben soslayarse en el actual contexto de pandemia que pareciera opacar estas problemáticas.