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ITD: última clase de la cohorte 2020

El viernes 18 de diciembre se desarrolló la última clase del ITD con la presencia de lxs coordinadores del programa, Oscar Galante y Damián Del Valle, Alejandra Roca y nuestro Secretario General, Federico Montero.

Montero dio inicio a la reunión y agradeció la participación activa de todxs lxs inscriptxs a este “espacio que pone en discusión una agenda tan central como es el tema de la innovación y la transferencia para el desarrollo, en un mundo que está cada vez más regido por una política del geoconocimiento”. Reconoció  el esfuerzo y el compromiso por parte del equipo de ITD, que hizo posible la cursada en este año tan difícil. Resaltó el hecho de concebir a la tecnología como un derecho y en estrecha vinculación con las necesidades de nuestro país, como eje del programa.

Galante acordó con Montero al destacar la calidad de las intervenciones de quienes fueron parte de esta sexta cohorte, que habilitó un intercambio de conocimientos altamente productivo. “Todos hemos aprendido, incluso los docentes al ser exigidos por las preguntas que surgieron en cada clase que permitieron un ida y vuelta muy provechoso” afirmó. Recordó los inicios del ITD en el año 2013 a partir de la idea de unir a estudiantes de ciencias sociales de las UBA con la transferencia al medio productivo, bajo el marco de entender que la educación superior, la ciencia y la tecnología son parte de la soberanía que necesitamos promover como país.

Alejandra Roca adelantó la posibilidad de generar una convocatoria para realizar una publicación “que ponga en valor estos seis años de trabajo y de encuentro, y que reúna las distintas participaciones y miradas”. De este modo, se contribuiría a la visibilización de la experiencia latinoamericana en relación a innovación, transferencia tecnológica y producción de conocimiento. En coincidencia con Galante, puso el acento en la soberanía tecnológica y cognitiva. “Es importante que empecemos a tener profesionales formados, con capacidad de reflexión, e interesados en la construcción de una ciencia al servicio del país, y en pos de la autonomía tecnológica”, aclaró.

Del Valle se sumó a los agradecimientos, subrayando la disposición de Oscar Galante para estar presente todos los viernes en los encuentros y la excelencia de lxs profesorxs que formaron parte de la edición de este posgrado. “El ITD ha recorrido un largo camino, pero esta fue una cohorte muy especial que contó con presencia de gente comprometida y con mucha trayectoria” mencionó.  Se refirió al hecho de fortalecer el resultado de esta formación mediante la conformación de una red que divulgue y permita poner en circulación los trabajos finales realizados.

Tras los saludos, Galante dio inicio a la clase donde explicó la metodología de respuesta de la Dirección Nacional de Programas y Proyectos Especiales (DNPyPE) de la ex Secretaria de Ciencia y Técnica, que coordinó durante el año 2003 hasta el año 2007. “En ese entonces, ya hablamos de la importancia de un nuevo rol del Estado, del conocimiento estratégico y la necesidad de un plan nacional para salir de la crisis. Se trata de cuestiones que tienen plena vigencia en nuestro país actualmente” recordó. El objetivo apuntaba a avanzar en proyectos que tuviesen resultados económicamente útiles, socialmente relevantes y que se definieran en el corto plazo. En ese contexto, los programas se planteaban en función de las necesidades de los sectores populares, transversales a distintas esferas y con un enfoque transdisciplinario que rescataba aquellos saberes endógenos propios de toda sociedad.

Además, se hizo hincapié en impulsar la resolución de problemas por regiones, concentrando esfuerzos y recursos, para lograr impactar en áreas problemáticas. De este modo se definieron los primeros ocho Programas y Proyectos Especiales: Competitividad Productiva; Producción y Sanidad Agropecuaria; Salud; Calidad de Vida y Desarrollo Económico Social; Energía y Transporte; Recursos Naturales, Medio Ambiente y Prevención de Catástrofes; Tecnologías de la Información y Comunicación e Incubadoras de Empresas, Parques y Polos Tecnológicos. Es decir, había una coexistencia de la promoción tradicional de la ciencia y la tecnología,  la investigación por disciplina, así como de aquellos temas orientados a problemas específicos y desarrollados por profesionales con un perfil político técnico. “Entendíamos que las tecnologías blandas que ayudan a elevar la calidad de vida de la población son muy importantes, y contábamos con la voluntad política de las autoridades para llevar a cabo los programas” sintetizó.

Para concluir, Galante describió a esta selección de proyectos “como una de las experiencias más federales, pragmáticas, concretas, y con aprendizajes y resultados basados en la instancia problema y solución, propia de la escuela latinoamericana de pensamiento.”