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Manuel Marí: ”Prospectiva y vigilancia tecnológica”

En esta clase del programa ITD, Manuel Marí (Consultor en Prospectiva y política científica y tecnológica en MINCyT) define a la prospectiva a partir de su ambivalente repercusión en la actual coyuntura y su relación con la vigilancia tecnológica y la inteligencia estratégica.

Partiendo de la idea de que no se trata de conocer el futuro, sino de construirlo en base a las distintas posibilidades; Marí advierte que la prospectiva se inició como tecnológica pero luego derivó en otros campos. En sus orígenes buscaba realizar pronósticos de los mejores armamentos  y combustibles para la guerra fría, pero luego esta “metodología de escenarios” se empezó a aplicar a cuestiones ambientales y académicas.

Los comienzos de la prospectiva en Argentina se conectan con la Escuela Latinoamericana de Pensamiento en Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, representada por autores como Jorge Sabato y Amílcar Herrera, entre otrxs. A partir del modelo Bariloche, que demostraba que los límites son sociopolíticos y proyectaba una imagen de sociedad más igualitaria y no consumista, se impulsa la prospectiva en nuestra región.

Es importante resaltar que la prospectiva moderna no se trata de predecir hechos futuros, sino de investigar las distintas posibilidades y las fuerzas impulsoras que pueden intervenir para encontrar la senda más favorable. Es en el presente donde se bifurcan los caminos en numerosos escenarios y algunos de ellos serán realizables y otros utópicos. Para ello, también es necesario conocer el pasado para realizar una extrapolación de las tendencias y realizar un diagnóstico.

Por otro lado, al no contar con datos del futuro, es fundamental la consulta con expertxs que colaboran reduciendo el campo de las posibilidades. En ese punto interviene la vigilancia tecnológica, que consiste en atender a las patentes y publicaciones para conocer la opinión de lxs expertxs, y la inteligencia competitiva, que es la que estudia el entorno y nos revela las señales del mercado.

Mientras que los factores de cambio señalan la variedad de posibilidades; los escenarios son la quintaescencia de la prospectiva que, ante las incertidumbres del futuro, nos ayudan a manejar los riesgos. Un escenario está compuesto de dos aspectos indisolubles: una visión de futuro imaginado y las causas que habrán llevado a ese escenario a constituirse como tal.

 “El arte de la prospectiva implica que, dentro de lo probable, podamos elegir lo deseable, es decir el escenario apuesta” sintetizó Manuel Marí.